domingo, 7 de julio de 2013

estamos de fiestas



Jagoba Manterola / Argazki Press

Sí, sí, aunque no lo parezca. De esta guisa comenzábamos los Sanfermines ayer. La foto ha sido publicada en prensa ( berria ) y somos mi txiki y yo. Muy peligrosas, como os podréis imaginar, al igual que las decenas de personas que almorzábamos en la calle en ese momento. A riesgo de que este blog sea un poco más impopular aún, no me voy a callar, porque si algo tiene, es que es sincero, y trata de mí, de nuestra realidad. De las cosas que hacemos, que nos pasan...y esto es lo que hay.

No lo habréis oído en ningún telediario ni local ni estatal, y difícilmente lo habréis leído. Y me he enfadado muchísisimo después de mucho tiempo, al ver la capacidad que tienen  de manipular, de mentir, y de crear realidades distorsionadas al gusto.

Pero yo estaba allí. Como cada 6 de Julio, porque aunque macarra en apariencia, soy folclórica hasta hartar cuando de San Fermín se trata, qué le vamos a hacer, es lo que he mamado, como decimos por aquí, una PTV (Pamplonesa de Toda la Vida) en toda regla. Y mi txiki, muy a pesar de su padre, parece que va por el mismo camino.

Lo dicho, almorzamos en la calle, debajo de casa de un@s amig@s, como cientos de personas. Para llegar, eso sí, tuve que enseñar un par de veces a sendos policías, las bolsas y los túpers, y sólo cuando se aseguraron de que efectivamente era ensaladilla rusa y no peligrosísimas ikurriñas, pudimos llegar hasta nuestro objetivo.  Fue un almuerzo entre amigos, divertido, con los nervios propios que preceden al chupinazo. Maddi disfrutó una barbaridad engullida por la fiesta.

Pero a falta de una hora para el cohete, y como es costumbre, hicieron acto de presencia todos estos, armados hasta los dientes, y aunque el año pasado se nos atragantó el postre, este año decidimos quedarnos. Más tarde llegaron dos comensales, tarde, ella se había llevado un porrazo en la nariz y había sido pateada en el suelo, así que cambió el vino por ibuprofeno. Porque sí, hubo cargas policiales, bestias, cabezas abiertas...aunque los noticiarios no lo cuenten.

Y sí, estamos de fiestas. Nuestras fiestas. Populares y reivindicativas, como lo han sido toda la vida, muy a pesar de los millones (también en euros) de intentos de institucionalizarlas y convertirlas en no se qué. L@s protagonistas seguimos siendo los mozos y mozas, las peñas, la música en la calle, los gigantes, el pueblo. Y sí, l@s despedid@s de Inasa, los recortes, el enfado popular por las dietas de la CAN y toda reivindicación que se precie, ha estado y seguirá estando presente en la calle, también la ikurriña, le pique a quien le pique. Por cierto, qué gracia nos hace que hable de respeto institucional un alcalde imputado por quedarse con nuestra pasta, las de todos los Pamploneses/as.

Si algo me gusta de los San Fermines es lo creativos e imaginativos que son. Es difícil de explicar para la gente de fuera, pero una ciudad correcta donde las haya, seria, sobria, en cuestión de minutos se transforma en algo transgresor, divertido, popular... Me suele gustar sentarme en una esquina a ver gente pasar. Qué pena que todo ese potencial este guardado el resto del año. De todas formas, eso será cuando pase el finde, l@s Australian@s y yanquis que se abren la cabeza tirándose de una fuente, se retiren, y quedemos l@s de casa.

Lo dicho, sé que con esta entrada quizás me haga un poco más impopular, pero no me preocupa, no me preocupa no volver a tener un comentario o incluso cerrar el blog. Por que esas dos de la foto, somos mi hija y yo. Por que me hierve la sangre al oír tanta mentira, porque los silbidos no eran en contra de la ikurriña, eran en contra de una gente, que además de un montón de pasta, nos han robado 19 minutos de fiesta. Porque me enorgullece profundamente que el ingenio popular rompa barreras, prohibiciones, recortes, abusos...

Y voy a disfrutar. En esta casa los dos nos dedicamos a la educación, por vocación y convicción absoluta. Y ha sido un año difícil, en el que mi compañero ha currado más que nunca, yo de excedencia he visto como despedían a la mitad de mis compañeras (literal). Y a pesar de no haber cobrado la extra, de no haber cobrado las vacaciones, vamos a tomar las calles. Que si algo tienen estas fiesta es que no hace falta pasta para disfrutarlas.

Un beso a todas.