miércoles, 24 de abril de 2013

En cambio el cien existe





El niño
está hecho de cien.
El niño posee
cien lenguas,
cien manos,
cien pensamientos,
cien formas de pensar de jugar y de hablar.

Cien, siempre
cien maneras de ensanchar,
de sorprender y de amar.
Cien alegrías para cantar y entender,
cien formas de descubrir,
cien mundos para inventar,
cien mundos para soñar.

El niño tiene cien lenguajes
(y además cien, cien, cien)
pero le roban noventa y nueve.
La escuela y la cultura
le separan la cabeza del cuerpo.

Le dicen:
que piense sin manos,
que haga sin cabeza,
que escuche y que no hable,
que entienda sin alegrías,
que hable y se maraville
sólo en Semana Santa y en Navidad.

Le dicen:
que descubra el mundo que ya existe.
Y de cien,
le roban noventa y nueve.

Le dicen:
que el juego y el trabajo,
la realidad y la fantasía,
la ciencia y la imaginación,
el cielo y la tierra,
la razón y el sueño
son cosas que no están juntas.

De hecho le dicen
que el cien no existe.
El niño dice:
en cambio, el cien existe

Loris Magaluzzi

martes, 16 de abril de 2013

remake: historia de un frenillo.



Hoy un nuevo capitulo de remake. Os voy a contar el capítulo más amargo en la vida de Maddi, que fue, hace un año más o menos. Espero que le sirva a alguien, esa es la intención, ya que yo tuve mucha suerte, que no todas las madres tienen, y hay mucho desconocimiento sobre el tema.

Comienzo por el principio. Como ya he contado muchas veces, parí en casa. Por esta razón tuve la suerte de que la matrona que me asistió en el parto, viniera todos los días posteriores a visitarnos, hacer las pruebas pertinentes (talón, vitamina k...) y comprobar que todo iba bien. Parecía que mi txiki mamaba bien, pero no ganaba peso. Así que sugirió que alquiláramos un sacaleches hospitalario para incentivar la creación de la misma. Hizo todas las gestiones, y allí me encontré, con lo que sería mi compañero de viajes durante más de dos meses.



Un trasto terrible, lo más parecido a una ordeñadora que he visto yo (nada que ver con los sacaleches que yo conocía, de uso doméstico), con un sonido...uff. Bueno, pero al final conseguimos hacernos amig@s, tengo mucho que agradecerle.




La rutina fue la siguiente durante más de dos meses. Mamar de una teta, mamar de la otra, sacaleches media hora, darle a Maddi la leche extraída con una jeringuilla y el dediko metido en la boca (para que no perdiera el reflejo de succión), limpiar los cacharros, y a dormir. Media hora, y vuelta a empezar. Fue agotador.




A pesar de todo, Maddi ganaba poco peso, y yo tuve varias mastitis, infecciones de leche, síndrome de Raynaud...así que todo indicaba, que tenía frenillo. Su aita también tiene, y su historial no hacía más que confirmar las sospechas. Seguí con mi suerte, y mi matrona de la S.S. entendía mucho del tema (no es lo habitual, ella es europea) y a demás de tratar todos mis males derivados del frenillo, confirmó el diagnóstico y me dio alternativas. No había muchas, tres. O destetar (ni me lo planteé a pesar de todo lo que tuve que aguantar esos meses), o esperar a que creciera (era inviable por todas las consecuencias que estaba trayendo para mi salud) u operarla. Yo no lo veía claro, había parido en casa y ahora iba a meter en un quirófano a mi txiki de apenas dos meses?? pero no había alternativa posible.

Bueno, llegados a este punto, todavía no os he dicho que es un frenillo, concretamente el frenillo sublingual. Se define como una membrana mucosa situada bajo la lengua. Si dificulta o impide el movimiento normal de ésta, se dice que hay anquiloglosia o frenillo sublingual corto (definición copiada de un articulo de albalactancia en el que explica todo muy bien). Hay 4 tipos. 2 se operan en la S.S. con “bastante” normalidad, el 3 y 4 ni siquiera se reconocen. Maddi tenía tipo 3-4. Y ahora que???

 
La matrona nos puso en contacto con el único cirujano pediátrico del estado que podía ayudarnos, en Madrid y privado claro. Miré y remiré en varios foros, en los que hay muuuchos casos, y nos decidimos. Le llamamos, nos hizo hueco en su apretada agenda y allá fuimos. En teoría era una operación sencilla. Para entonces ya sabía de muchas experiencias (más cercanas) satisfactorias. Una suave sedación (no anestesia) un corte y listo. Así fue. En menos de tres minutos la tenía ya en brazos. Salimos del hospital pero...tuvimos una complicación, una hemorragia que no cesó en dos horas.

Dos horas en medio de la calle, en constante contacto telefónico con el cirujano (que ya no estaba en Madrid) hasta que conseguimos, parar la hemorragia. A mi, por primera vez en mi vida, me superó la situación, sólo quería echar a correr, desaparecer de allí. Fue horrible. Gracias a mi compañero, nunca se lo podré agradecer lo suficiente. Tengo que decir que después de nuestra experiencia el cirujano a cambiado el protocolo, o así nos dijo que iba a hacerlo, y no da el alta a niños que tengan una sola gota de sangre (no tenía más cuando salimos del hospital, luego a la media hora, a chorro)

Y eso fue todo. A las dos semanas, recuperadas las dos (bueno, yo hoy todavía arrastro...) la lactancia comenzó a ser normal y satisfactoria, muy satisfactoria. Tengo que dar las gracias a las matronas, I. y O., a mi hada madrina K. que me acompañó durante dos meses y medio mientras mi compa trabajaba, a todos los mensajes de apoyo, y  también a los que insistían en que le diera biberón, me hicieron más fuerte. Pero cómo le iba yo a quitar su titiiii????

(Creo que deberíamos recuperar esa época, antes de la aparición de la leche de fórmula, en el que las matronas, por protocolo, cortaban el frenillo de los bebes nada más nacer, con el dedo, cuando todavía es blandito y fácil de hacer, porque esto es muuucho más habitual de lo que parece)

P.D: Si alguna quiere más información o consultarme algo, me mandáis un mail que encantada os ayudaré en lo que pueda.

miércoles, 10 de abril de 2013

ranita trapeando: luna lunera




Bueno, esta vez  no he acabado ni in extremis. No, alguna vez tenía que ser, y esta, no he llegado. Mi txiki pochika y yo con mil asuntos...en fin, lo siento. Encima sin snaps, y los corchetes con su aparatejo para colocarlos que compré hace mil años en el Lidl y estaba sin estrenar, o no funciona, o yo no se usarlo. Más vale que probé primero en un pedazo de tela. 

Aquí está la ranita (en proceso) que he cosido para el cose conmigo que ha organizado Linibau. La misma tela en dos colores distintos, y la cinta gris oscura. Ha quedado muy de mi estilo, estoy contenta. Como estoy aprendiendo y soy novatilla, me gusta ponerme un reto nuevo en cada prenda que coso ( a riesgo de que salgan autenticas chapuzas, que no han sido pocas). Esta vez decidí que quería coser una cinta bies en un circulo, bueno dos, con mucha curva. Así que pensé en este bolsillo. La cinta exterior no me ha resultado tan complicado como creía, pero la interior ha sido otro cantar.



Dentro del bolsillo, una sorpresa, para que juegue Maddi. Una Luna con un cascabel dentro sujeta con un elástico (el elástico se ve a medias, porque está la mitad metido en el bolsillo, pero es muy chulo). No le he puesto vistas porque somos muy calurosas, y para el verano he pensado que cuanto menos tela, mejor.

Ha sido un placer participar en esta iniciativa y he aprendido un montón de cosas nuevas. Una vez mas, gracias, gracias, por tomarte el trabajo de organizar semejante jaleo, de hacer los tutoriales, mandar los patrones, contestar preguntas...y todo de tan buen rollo...estas son las cosikas que me hacen pensar que fue una buena idea esto del blog y las costurikas.

sábado, 6 de abril de 2013

Tutú para bebé







Esta semana La Pantigana a organizado la semana del bebé (moderno o actual). Ha hecho unas entradas y tutoriales increíbles, y todo porque sí, porque es una maja. Le tengo un cariño especial, ya que fue el amigo invisible que organiza en navidades lo que me hizo lanzarme definitivamente a abrir este blog, y siempre se ha portado de lujo conmigo. Esto, unido al baby-boom que me rodea, con su consiguiente lista interminable de regalos que tengo que coser, me animó a participar de alguna manera en la semana del bebé.




Pero... se me echaron las fechas encima, y calculé mal, y de repente me di cuenta que iba a estar de vacaciones! Así que en el último minuto añadí a la ya petada furgoneta (y eso que convencí a mi compañero de dejar las piraguas en casa, más vale, jajá) la máquina de coser y todas las telas que me fui encontrando por el camino.

Pero...yo nunca antes había tenido una hija de un año, y claro, la máquina y las telas, ocupando sitio y cogiendo polvo.

Bueno, pues me da mucha rabia no haber podido participar en condiciones, pero algo tengo que hacer porque así me lo había propuesto y...voy a hacer una aportación cutre-salchichera, pero aportación al fin y al cabo. Que igual a alguna os viene bien.

Tiene gracia la cosa, porque ni siquiera hay que coser (ni una puntada), pero bueno... en la distancia, y en mi portátil he descubierto unas fotos. De esta guisa fue Maddi a la boda de un muy amigo de su aita cuando tenía dos meses. Su aita se empeñó en que iba a ir toda de negro, y con mayas por supuesto, y todo lo que conseguí es plantarle una sudadera morada para darle un poco de color y un tutú que improvisé en un rato. 

Y del tutu es de lo que os voy a hablar. Súper fácil, rápido, y resultón. En cuanto acabó el paripé y las fotos, se lo quitamos, y se quedó de lo más cómoda. Ahí va. (si preferís ver el vídeo de donde lo saqué: http://www.youtube.com/watch?v=HrA9b00g2K8 )

   

Esto, muchas veces, claro está en vez de con dos trozos de sábana, con una cinta o elástico y tiras de tul.
No dejéis de pasaros por la semana de La Pantigana, de verdad que hay cosas súper chulas y algunas muy fáciles. ( Y amigas-futuras-amatxos, si os gusta algo me lo decís y me ahorráis el trabajo de pensar!!)

miércoles, 3 de abril de 2013

oporretan

llevamos una semana de vacaciones y creo que me podría acostumbrar a vivir así toda la vida...