domingo, 4 de agosto de 2013

oporretan


De vacaciones en Cuenca.

El mismo día que acababan las clases salimos pitando. Acabamos cansad@s y bastante estresad@s. Yo, aunque ya sabéis que estoy de excedencia, me reincorporo el curso que viene, así que estuve trabajando por amor al arte, claro. Pero así es esto; reunión de futuras familias, preparar y mucho preparar... el caso es que fue de sopetón, sin la adaptación previa que requeriría, pasé de 0 a 100 en un día, así que me agobié un pelín. Tuve que buscar ratos cómo y dónde pude (llegué a reunirme con mi pareja educativa en los columpios del barrio, con nuestros respectivos hij@s, jajá).


Así que lo dicho. Cogimos la furgo y nos fuimos unos días al mar, luego volvimos para San Fermín, y escapamos de nuevo, esta vez a tierras Castellano-Manchegas. Agua, mucha agua, vegetación y descanso. Maddi se lo ha pasado pipa, salvaje como es ella, en su salsa. Hemos visto decenas de libélulas, más que en toda mi vida (¿sabíais que son bioindicadoras?), ciervas con sus cervatillos, zorros, y hemos oído (que no visto, claro) una nutria saltar al agua.

Lo mejor, la desconexión absoluta. Me dejé el móvil en casa, y nada de internet. No os voy a negar que he echado de menos navegar un pelín, pero se me olvidaba rápido cogiendo el libro que estaba leyendo.

De allí nos fuimos a la costa, un par de días a visitar a l@s otr@s abuel@s (amatxi y aitatxi). Muuucha calor para nosotr@s, y demasiada gente. Así que ya estamos de vuelta.. 

De vuelta en casa. Al rio en bici.

Llevamos un par de días en casa ya. No hemos tenido tiempo de casi nada, pero la verdad es que se está muy bien aquí. Simplemente eso, estando, egonean egon.

Poco a poco me iré poniendo al día de lo que ha pasado por aquí en mi ausencia; coses conmigo, sorteos... e intentaré retomar el ritmo del blog, cosa que no va a ser fácil, entre otras cosas porque aquí no ha llegado el ADSL, y seguimos pensando como lo vamos a hacer. (satélite, pincho...)




Y esto es todo por hoy, que es mi cumple y me voy a regalar un montón de momentikos, que mis 36 tacos lo merecen.