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Jagoba Manterola / Argazki Press |
Sí, sí, aunque no lo parezca. De esta guisa comenzábamos los
Sanfermines ayer. La foto ha sido publicada en prensa (
berria ) y somos mi txiki y yo.
Muy peligrosas, como os podréis imaginar, al igual que las decenas de personas
que almorzábamos en la calle en ese momento. A riesgo de que este blog sea un
poco más impopular aún, no me voy a callar, porque si algo tiene, es que es
sincero, y trata de mí, de nuestra realidad. De las cosas que hacemos, que nos
pasan...y esto es lo que hay.
No lo habréis oído en ningún telediario ni local ni estatal, y difícilmente lo habréis leído. Y me he enfadado muchísisimo después
de mucho tiempo, al ver la capacidad que tienen de manipular, de mentir, y de crear realidades
distorsionadas al gusto.
Pero yo estaba allí. Como cada 6 de Julio, porque aunque
macarra en apariencia, soy folclórica hasta hartar cuando de San Fermín se
trata, qué le vamos a hacer, es lo que he mamado, como decimos por aquí, una PTV
(Pamplonesa de Toda la Vida) en toda regla. Y mi txiki, muy a pesar de su
padre, parece que va por el mismo camino.
Lo dicho, almorzamos en la calle, debajo de casa de un@s
amig@s, como cientos de personas. Para llegar, eso sí, tuve que enseñar un par
de veces a sendos policías, las bolsas y los túpers, y sólo cuando se aseguraron
de que efectivamente era ensaladilla rusa y no peligrosísimas ikurriñas,
pudimos llegar hasta nuestro objetivo.
Fue un almuerzo entre amigos, divertido, con los nervios propios que
preceden al chupinazo. Maddi disfrutó una barbaridad engullida por la fiesta.
Pero a falta de una hora para el cohete, y como es
costumbre, hicieron acto de presencia todos estos, armados hasta los dientes, y
aunque el año pasado se nos atragantó el postre, este año decidimos quedarnos.
Más tarde llegaron dos comensales, tarde, ella se había llevado un porrazo en
la nariz y había sido pateada en el suelo, así que cambió el vino por
ibuprofeno. Porque sí, hubo cargas policiales, bestias, cabezas
abiertas...aunque los noticiarios no lo cuenten.
Y sí, estamos de fiestas. Nuestras fiestas. Populares y
reivindicativas, como lo han sido toda la vida, muy a pesar de los millones
(también en euros) de intentos de institucionalizarlas y convertirlas en no se
qué. L@s protagonistas seguimos siendo los mozos y mozas, las peñas, la música
en la calle, los gigantes, el pueblo. Y sí, l@s despedid@s de Inasa, los
recortes, el enfado popular por las dietas de la CAN y toda reivindicación que
se precie, ha estado y seguirá estando presente en la calle, también la
ikurriña, le pique a quien le pique. Por cierto, qué gracia nos hace que hable
de respeto institucional un alcalde imputado por quedarse con nuestra pasta,
las de todos los Pamploneses/as.
Si algo me gusta de los San Fermines es lo creativos e
imaginativos que son. Es difícil de explicar para la gente de fuera, pero una
ciudad correcta donde las haya, seria, sobria, en cuestión de minutos se
transforma en algo transgresor, divertido, popular... Me suele gustar sentarme en
una esquina a ver gente pasar. Qué pena que todo ese potencial este guardado el
resto del año. De todas formas, eso
será cuando pase el finde, l@s Australian@s y yanquis que se abren
la cabeza tirándose de una fuente, se retiren, y quedemos l@s de casa.
Lo dicho, sé que con esta entrada quizás me haga un poco más
impopular, pero no me preocupa, no me preocupa no volver a tener un comentario
o incluso cerrar el blog. Por que esas dos de la foto, somos mi hija y yo. Por
que me hierve la sangre al oír tanta mentira, porque los silbidos no eran en
contra de la ikurriña, eran en contra de una gente, que además de un montón de
pasta, nos han robado 19 minutos de fiesta. Porque me enorgullece profundamente
que el ingenio popular rompa barreras, prohibiciones, recortes, abusos...
Y voy a disfrutar. En esta casa los dos nos dedicamos a la educación,
por vocación y convicción absoluta. Y ha sido un año difícil, en el que mi
compañero ha currado más que nunca, yo de excedencia he visto como despedían a
la mitad de mis compañeras (literal). Y a pesar de no haber cobrado la extra,
de no haber cobrado las vacaciones, vamos a tomar las calles. Que si algo
tienen estas fiesta es que no hace falta pasta para disfrutarlas.
Un beso a todas.