Maddi ya tiene 9 meses y necesita muuucho espacio. Ya os
comenté que es muy eléctrica, no para. Anda gateando por toda la casa, a toda
velocidad, se pone de pie, se sienta, trepa, destrepa...uff es agotadora. Hoy a
venido la cartera a entregarme una carta certificada y ha acabado cogiéndola en
brazos, porque no había manera de que yo firmara el dichoso papelito. Su aita
dice que nos equivocamos de nombre, que debería haber sido...Katrina.j.j.
Bien, hemos decidido, por fin, retirar las cosas que no usamos. Es curioso
que en una casa que se práctica el colecho haya dos cunas ¿verdad? (mas otra sin
montar y otra en casa de amatxi y aitatxi). Pues si, no se muy bien como
llegamos hasta este punto, pero así es. Esta en concreto nos la dejó una buena
amiga. Nos pareció que aunque Maddi durmiera entre nosotr@s, quizás para poder
hacer algo en la casa mientras ella “estaba”...mientras yo me duchaba...además
quedaba tan mona en la habitación que le estaba haciendo en pleno ataque de
bricomanía...
Pero que va, que va. En tres meses habrá estado en total en
ella...mmm...¿3 minutos?. No hubo manera. Lo de hacer cosas en casa fue
imposible durante meses y las duchas...siempre con una ayudita. Así que, con
pena, pero... agur sehaska!
De la otra cuna ya os hablaré, que de momento tiene su
utilidad (como extensión para piernas y brazos y como estantería para objetos
varios; pañales...)
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