Antes de ayer Maddi hacía 11 meses, uff! como pasa el tiempo. Se me a
pasado volando este año. Con esta excusa he pensado echar una mirada atrás, ya
que una de las razones que me impulsó a comenzar este blog fue ordenar mis
ideas y recuerdos, que con esta memoria de pez que tengo se pierden en el
olvido. Los múltiples embarazos de personas a las que quiero son otra de las
razones. Sé que me siguen y les puede venir bien.
Así que comienzo una mirada atrás que iré haciendo de vez en
cuando y os contaré para futuras amatxos sobre todo lo que a mi me sirvió, lo
que no...simplemente será eso, mi vivencia, que no tiene porqué coincidir con
otras.
Bueno, pues allá va. Me he puesto a pensar en que andaba yo
hace un año por estas fechas. Pasé un embarazo difícil de llevar como ya os he
comentado otras veces. Infección de orina (todo el embarazo antibiótico diario
por peligro de fallo renal), síndrome del túnel carpiano, lumbalgia...y
diabetes gesdtacional. Esto fue lo peor, que hambre pasé. No gula, sino hambre.
Llevaba un régimen súper estricto, con unas cantidades ridículas de ingesta de
alimento, y fuera de horas, nada. Ni infusiones, ni zumos, nada. Agua. Pude
evitar la insulina así, y con unas caminatas en pleno invierno (2 horas a las 8
de mañana y dos a las 11 de la noche que me mataban). Por esta razón me tuve que
trasladar a la ciudad, tenía que andar en llano (contracciones...uf es otro
cantar) y era inviable en el pueblo.
Con este panorama, se me agrió el carácter
(cuantas veces me he acordado de mi amona hablando del hambre de la postguerra),
me encerré en casa y no tenía ganas de ver a nadie, de estar con nadie. Me refugié
en internet (hasta ese momento lo usaba para leer prensa), en foros varios, en
blogs que visitaba a diario. A veces pienso que debería escribir uno a uno para
dar las gracias a todas las mujeres que me ayudaron a sobrellevar mejor la
situación, sin ellas saberlo, porqué jamás escribí nada de nada. Pendiente.
Mi otro refugio
fueron los bricolajes. Siempre he sido bastante manitas, pero me entró un síndrome
del nido exagerado. Tanto, que rompí aguas y seguí cosiendo para acabar las dichosas chichoneras). No sé cuantas cosas hice. Puse tarima a toda la casa de la
city, los rodapiés (esto fue lo más complicado porque al arrancar los antiguos
de baldosa se fue media pared), pinté toda la casa, laqué los marcos, puertas y
ventanas, hice dos mesillas, colgué cuadros, hice una cuna sidecar...andaba con
dos o tres cosas a la vez y ya estaba pensando en el siguiente proyecto. (os
enseñé parte de la habitación de Maddi en otra entrada)
Al final, le estoy agradecida a la dichosa diabetes
gestacional, pero eso es otro cantar que os contaré con el parto. Pensaba
hablaros de la cuna sidecar, pero la entrada ha quedado muy larga así que mejor
vamos por partes. Hace un año, internet y bricolaje.
embarazada de 8 meses. Así le gusta a Maddi el ruido de taladros, caladoras...gaixoa! |
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