lunes, 19 de noviembre de 2012

la caja de herramientas.



Es de esas cosas que dan vueltas y vueltas por la casa y nunca me decido llevar al trastero, siempre hay algo que hacer. Ya os comenté que en el embarazo (durillo embarazo) los bricolajes fueron una gran vía de escape. Bueno, realmente, siempre me han gustado, pero se intensificó el asunto en esta época.


Pues bien, ahora a Maddi le ha dado con la caja de herramientas. Da igual donde esté, que la encuentra y se sube en ella. ¡que gracia!. Su aita entre risas dice...”ves, ya te decía yo, tanto taladro y tanto destornillador, la txiki a salido a ti, j.j.” . La verdad es que no le asustan para nada los ruidos de caladoras, martillos hidráulicos, ni nada de nada por fuertes que sean (y eso que vive rodeada de vacas y ovejas). Al revés, son música celestial para ella. Será que embarazada de 9 meses seguía con mi caladora, y en plenas contracciones de parto ultimando detalles?... j.j.

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